El
estudio destaca, no obstante, algunos ejemplos positivos de uso de métodos
avanzados en relación con la PAC, entre los que incluye los controles por
monitorización en Castilla y León.
«España ha sido un usuario
avanzado del enfoque controles por monitorización desde 2019», indicaron a Efe
fuentes del tribunal.
Los controles, según el Ministerio de Agricultura español, consisten en un
procedimiento de observación periódica y sistemática de la tierra, basado
fundamentalmente en la utilización de las imágenes de los satélites Sentinel
del Programa Copernicus.
Estos controles tienen una
naturaleza preventiva y su objetivo es la verificación periódica y continua de
la compatibilidad entre la actividad agraria declarada por el agricultor y la
observada en la serie temporal de imágenes Sentinel.
EL
INFORME DE LOS AUDITORES HACE HINCAPIÉ EN QUE LA CE UTILIZA HERRAMIENTAS DE
TRABAJO ANTICUADAS Y DESAPROVECHA POSIBILIDADES
La información, procesada con
sistemas de inteligencia artificial y complementada por otras tecnologías, como
el uso de drones o aplicaciones, permiten la comprobación, en gran medida
automática, de los criterios de admisibilidad de las ayudas y se usan en lugar
de los controles sobre el terreno clásicos.
«Incluimos estos ejemplos en
el informe para demostrar la variedad de proyectos y actividades que tienen
lugar en los distintos Estados miembros. Hay otras iniciativas interesantes y útiles,
pero no pudimos cubrirlas todas», dijeron a Efe las mismas fuentes.
El informe de los auditores
hace hincapié en que la Comisión Europea (CE) utiliza herramientas de trabajo
anticuadas y desaprovecha las posibilidades que ofrece el análisis de los
macrodatos para analizar y diseñar la PAC.
Los auditores analizaron de
qué manera la Comisión ha utilizado en los últimos años los datos disponibles
para el análisis y la aplicación de la PAC y si la información ha sido
suficiente.
Además, estudió lo que
Bruselas hace para resolver los problemas existentes.
El Tribunal de Cuentas
concluye que «existe un margen significativo para que la Comisión incorpore análisis
y herramientas avanzadas y rentables en sus sistemas informáticos para el
tratamiento automatizado de la información, así como para hacer un mejor uso de
los datos para el análisis de políticas».
Además, da una serie de
recomendaciones para corregir los problemas.
Según el estudio de los
auditores, la Comisión dispone de grandes cantidades de datos, pero «utiliza
herramientas convencionales, como hojas de cálculo», para analizar la
información que recopila de los Estados miembros.
«Los datos y las herramientas
actuales no ofrecen ciertos elementos (…) necesarios para políticas bien
informadas», dice el informe.
CRITICA
QUE NO SE RECOPILAN SUFICIENTES DATOS FIGURAN EN PARTICULAR LOS INSUMOS
AGRÍCOLAS, COMO LOS FERTILIZANTES Y PLAGUICIDAS
Además, la información de los
distintos países no está «en un formato normalizado único, lo que dificulta su
puesta en común y reutilización».
También es difícil combinar
datos de las explotaciones procedentes de distintas fuentes, ya que faltan
sistemas que lo faciliten, como un identificador único para las granjas de toda
la UE.
Entre los ámbitos de los que
no se recopilan suficientes datos figuran en particular los insumos agrícolas,
como los fertilizantes y plaguicidas.
Tampoco hay bastante
información de las prácticas agrícolas con impacto medioambiental.
Hay un acceso limitado
asimismo en los datos de los Estados miembros sobre explotaciones y empresas
agrícolas, «lo que dificulta obtener una descripción detallada de la
distribución de los fondos de la UE».
Por otra parte, de los
principales sistemas informáticos que la Comisión y los Estados miembros
utilizan en la gestión de la PAC, muy pocos emplean análisis predictivos que
ayuden a comprender lo que ocurrirá o cómo conseguir que algo ocurra, lo que
podría ser útil para la planificación o el diseño de políticas, dicen los
auditores.